Herencia Mujer Tambor: Un proyecto de empoderamiento que retumba desde la afrovenezolanidad

Prensa FMC (Caracas, 20.04.20).- Cuando en enero de 1999 empezó a crepitar la llama que encendió el fuego que daría vida al grupo Herencia, sus integrantes y especialmente el maestro Manuel Moreno, quizás nunca imaginaron hasta donde llegaría el repicar de los tambores, que hoy en día evocan un encuentro mágico de un dialogo amoroso que llena de energía, fuerza y cadencia cada espacio donde se presentan.

Y es que precisamente, la necesidad expresiva de las raíces afrovenezolanas han dado paso a la conformación de un colectivo formativo y musical, que ya cuenta con 21 años de historia, y que en su génesis abrió nuevas aristas en cuanto a la participación de las mujeres en la ejecución del tambor, porque estaba claro para Moreno, que la chispa que los movía desde el inicio, buscó entender la vibración existente entre lo masculino y lo femenino, para descifrar los detalles y las respuestas que están en nuestro entorno y otorgan un valor agregado a la forma de tocar tambor.

Así fue como el grupo Herencia desde sus inicios, contó entre sus filas con la participación femenina, sólo basta recordar a Sulyn Villaruel, quien estuvo desde el 2005, y hoy en día es percusionista profesional. Pero, no es sino hasta el 2017, cuando nace oficialmente como programa formativo Mujer Tambor, espacio de talleres que actualmente cuenta con más de 30 mujeres, desde niñas hasta adultas mayores.

Mujer Tambor hoy en día ha despertado incluso una línea de investigación denominada “Mujer Sonora” la cual desde la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTES), de la mano de la escritora Mónica Mancera, actual manager del grupo Herencia, pretende vindicar y visibilizar el empoderamiento desde la sonoridad de la mujer venezolana, latinoamericana y caribeña del siglo XXI, al tiempo de sistematizar la experiencia que ellos representan desde Herencia Mujer Tambor.

Mónica Mancera en esa línea asegura que “percutir es inclinarse al latido, a palpitar de acuerdo al ritmo propio, es darse de baja a la racionalización de cada paso dado, de la disección de cada pensamiento”. De esta manera, Herencia y Mujer Tambor fluyen aportando un trabajo fresco y original, que se reconoce en su vasta labor rítmica difundida no sólo en Venezuela, sino fuera de las fronteras.

Un trabajo que hoy en día innova tras su paso, gracias a la utilización de tambores afro-venezolanos que generan nuevas sonoridades como el Patarrumba (Patanemo con tumbao), el Funk’ata (Funk con sangueo de la Bahía de Cata), el Ocumarengue (Merengue apambichao con golpe de Ocumare de la Costa), el Tambolero (Patarrumba a tiempo de bolero) y el Patarroll (patarrumba con rock and roll).

La visión pedagógica que mueve estos proyectos es el principio didáctico que inculca el maestro Moreno, acerca de que “todos(as) puedan llegar a su ritmo”, convirtiéndose en un dialogo sonoro donde el tambor te educa para reconocerte a ti mismo(a) a través de tus manos.

Los avances del trabajo de Mujer Tambor son mostrados cada tercer miércoles, bimensualmente en los espacios de la Patana del Teatro Teresa Carreño. Donde diversidad de mujeres se encuentran desde sus artes, para mediante la poesía, el canto, la danza y el teatro, aportar y sumar en torno al tambor afrovenezolano en lo que han denominado la Fiesta de la Luna, que se desarrolla “bajo el halo de la luna, la cual impulsa el reconocimiento de la feminidad, y unido a un encuentro telúrico de fuerzas femeninas y masculinas” apunta Mancera quien reseña además que el encuentro que estaba previsto para el pasado 15 de abril, iba a ser honor a la llegada de la Abuela Kueka como parte de una conexión de la feminidad ancestral con el tambor.

Para Manuel Moreno, una vez que superemos esta cuarentena, que nos lleva a vernos y encontrarnos espiritualmente en un esfuerzo colectivo por “identificar que este tiempo es como si nos estuviéramos pariendo a nosotros(as) mismos(as), dando a luz a algo nuevo, y que sacude nuestras bases y nos quita de encima una serie de juicios y acciones que nos han enfrentado unos contra otros y nos han volcado a la desarmonía humana”, será allí donde estará Herencia Mujer Tambor aportando con todos(as) sus integrantes desde su arte para retomar esta nueva luz y rendir un tributo a nuestra Tierra, a la cual hemos maltratado por el hecho de habernos separado de ella. Entendiendo que el llamado ahora es a respetarnos.

De esta forma, entre los retos por delante está el multiplicar la participación para que se convierta en un gran movimiento que se alce como una forma de expresión, una forma de encontrarse, de vernos, de reconocernos, de amarnos y de proponer una manera de no confrontación. De cara a ello, en tiempos de distanciamiento social, la actividad de las agrupaciones no se detiene y ejecutan encuentros de aprendizaje a través de sus redes sociales. En Facebook, Twitter e Instagram a través de su cuenta @HerenciaPatarrumba, al igual que en las cuentas del maestro Manuel Moreno @drumsmastermoreno y de Mónica Mancera @mujer_tambor.

T: Caroll Terán. F: Luis Hernández

Misión Cultura