Burras y Burriquitas Tradicionales de Venezuela son declaradas Patrimonio Cultural

Prensa Conadecafro / María Teresa  Valencia / Caracas 21-10-16

Cientos de exponentes de la tradición de las Burras, Burriquitas y Pollinas de Venezuela, viajaron desde todos los rincones del país y se reunieron este 21 de octubre en las inmediaciones del Ministerio de la Cultura, junto a sus colectivos y portadores patrimoniales, para recibir de manos del presidente del Instituto de Patrimonio Cultural, Omar Vielma, sus certificados como Bienes de Interés Cultural, o sea, como Patrimonios de la Nación. Estuvieron además acompañados por el Secretario para la Identidad Caraqueña del Gobierno de Distrito Capital, Jandel Mendoza y el presidente de la Red de Burras y Burriquitas de Venezuela, Carlos Marrón.

Al respecto Dinora Cruz, Antropóloga y Gerente General del Instituto de Patrimonio Cultural expresó lo siguiente: “Hoy estamos haciendo la Declaratoria de Patrimonio Cultural de las Burras y Burriquitas de Venezuela y su tradición. Fue un trabajo muy hermoso de registro hecho por ellos mismos, donde ellos seleccionaron, se reunieron, hicieron mesas de trabajo. Este trabajo es un trabajo que hicieron con el apoyo de las instituciones locales”.

Fueron, en total, 46 los colectivos agasajados de más de doce estados del país (Apure, Aragua, Barinas, Carabobo, Delta Amacuro, Caracas, Lara, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Vargas, Yaracuy), 14 actas para cultoras y cultores fallecidos y 110 para representantes vivos.

Edgar Aponte de Guarenas, es montador de la Burra Francisca, en honor al señor Francisco Torres Morocho, quien le dejó este legado:

“Asumir este personaje es una gran responsabilidad porque mis últimas palabras para el señor Francisco fueron que esta Burra iba a ser mi bandera a donde quiera que vaya”.

Por su parte Soraida Mercedes Padrón, Cultora y Patrimonio Cultural Viviente de Caracas agregó que: “Se hizo un acompañamiento a la gente de las parroquias. Se está tomando en cuenta nuestra cultura tradicional popular ya que anteriormente la cultura [promovida] era la de las élites”.

¿Por qué se declaran como Patrimonios a las Burras y las Burriquitas?

En Caracas la manifestacion de la Burriquita se dio a conocer en la Fiesta de la Tradición de 1948. El término es indiferente pero hay dos momentos para el uso de estos términos: “Burriquita” se utilizó desde la llegada de los conquistadores hasta 1982, pero a partir de ese año la agrupación Un solo pueblo lanza el álbum discográfico Viva Venezuela y allí estaba la canción Préstame tu Burra, que es una parranda y tema musical emblemático que acompaña desde entonces la manifestación que a partir de ese momento se denomina “Burra”.

Uno de los exponentes que ha luchado con mayor ahínco por el reconocimiento de las Burras y Burriquitas como Patrimonio Cultural de la nación ha sido Carlos Marrón. Este Cultor, Antropólogo y Docente nació en Caracas pero vive en Marizapa, parroquia Ribas del  estado Miranda (municipio Acevedo). Tiene 23 años practicando la manifestación que aprendió de Luis Palacios y Ernesto Monje en Caucagua. Desde muy joven Carlos Marrón muestra sus inquietudes de roce con el ámbito cultural de Miranda y decidió empezar a aprovechar viajes de investigación a los pueblos de este estado para preguntar cómo se bailaba la Burra en cada población, creando finalmente una Burra novedosa con el concepto de la “Burra de Marizapa”, la cual tiene las características de la Burra del Siglo XI que rebuznaba, y otros atributos más. Simón Díaz bautizó a la Burra de Carlos Marrón como la “Burra Mecánica”. Con ella ha viajado a 14 países mostrando la tradición, en un performance muy elegante que cambia cada año de traje. A partir de su trabajo cada Burra es bautizada con un nombre. Carlos Marrón es creador de la Red Nacional de Burras y Burriquitas Tradicionales de Venezuela en el año 2009, instancia que buscaba  lograr que el estado armara el expediente y la ficha del inventario científico, para declarar esta tradición como Patrimonio Cultural de la Nación.

Dentro de la práctica de esta tradición se desprenden las siguientes categorías:

• Maestros de Tradición: Más de 30 años bailando la Burra.
• Cultores: 15 y 25 años bailando la Burra.
• Bailadores: Entre 9 y 12 años bailando la Burra.
• Pollinos de Generación: Son los niños y niñas de los colectivos en los 12 estados que bailan la Burra y son generación de relevo.

Las Burras y Burriquitas se caracterizan por su vistosidad, exteriorizada en el colorido de sus vestuarios y el festejo lleno de música que alegra el paso de quienes las acompañan. El personaje de la Burra es un disfraz de la cabeza, lomo y cola de este animal que se fusiona con el vestido de una mujer que lleva un gran sombrero y largas trenzas, sobre el cuerpo de quien la monta. El personaje que monta la Burra es una mujer (no importa el género de quien la personifica), y es una ruptura de la visión machista de la mujer como objeto de satisfacción y reproducción. Personificar a una mujer es la reivindicación de su género, más allá de lo burlesco que pueda ser ver a un hombre maquillado y con moños de mujer. Actualmente en su mayoría son mujeres las que bailan la Burra. Esto fortalece más la tradición, en opinión de Carlos Marrón. Es un atuendo lleno de colorido y mientras la Burra va avanzando, va bailando al ritmo de la música de parranda abordando con una gran sonrisa a las personas que se animan a acompañar los recorridos que ellas hacen por las calles.

 

Vinculación de las Burras y Burriquitas con la Afrovenezolanidad

La tradición cultural de las Burras y Burriquitas es una de las principales manifestaciones adoptadas por comunidades indígenas y de esclavizados africanos en Venezuela durante el período de la colonización española y su mayor momento de despliegue se hace desde aquellos tiempos, en épocas de Carnaval, durante las celebraciones de los santos patronos, antes de la Semana Santa o en Navidad.

Las Burras y Burriquitas se vinculan con los pueblos afrodescendientes de Venezuela al constituirse como algunas de las tradiciones con más cantidad de practicantes en municipios de población afro. Si analizamos el proceso de misiones y encomiendas que se realizaron en el país para la fundación de los pueblos, la Burriquita se quedó en la región centro norte del país en los estados Miranda, Vargas, Carabobo, Aragua, Distrito Capital y Yaracuy, zonas que tenían el monopolio comercial de personas en condiciones de esclavizados. En estos estados, la presencia de nuestros grupos afrodescendientes en las manifestaciones se destacaba; los  mantuanos  impulsaban la  Fiesta  del Carnaval  y el afro

utilizaba estas fiestas para romper esquemas y reglas, momentos de relativa libertad que los esclavizados aprovechaban. El Carnaval era pues un momento para la protesta y la resistencia. La influencia afro permitió que en la región centro norte la tradición de la Burra se enriqueciera con la música de parranda, donde los instrumentos afro tienen mayor influencia. En esa armonía cultural, la manifestación se enriqueció para darle más vivacidad y así los afrodescendientes perpetuaron una de las formas del cimarronaje.

La importancia de la tradición de las Burras y Burriquitas en estos tiempos de  revolución es visibilizar a los maestros de la tradición quienes tienen más de 40 años bailando y que pertenecen a la mayoría de los estados que fueron enclaves de esclavizados en Venezuela. Decretar esta manifestación como Patrimonio Cultural en revolución, es vindicar y visibilizar el aporte de los afrodescendientes a esta manifestación. El marco que determina la defensa y salvaguarda de esta tradición, ofrece un horizonte en el cual  los entes del Estado con competencia en la materia, generan políticas culturales que difunden ésta y otras manifestaciones de origen afro e indígena.

Decretar la tradición de las Burras y Burriquitas como Patrimonio Cultural de la nación en revolución, da el sentimiento de que se cumplió con el Plan de la Patria y con el legado del Comandante eterno de seguir impulsando la patria sin injerencia.